Bajamos al huerto

El lunes 13 de mayo bajamos al huerto para plantar, sembrar y dar color a esa zona del colegio.

Un par de semanas antes reciclamos garrafas de cinco litros ó más para convertirlas en macetas colgantes de fresas.

Los encargados del huerto se llaman Noemí y Diego. 

Noemí tiene los ojos verdes, el pelo corto y marrón y siempre tiene una sonrisa de oreja a oreja. Es una chica simpática, amable, agradable y divertida.

Diego es bastante alto, con perilla y los ojos marrones. Es gracioso, muy positivo y habla muy rápido.

Nos repartimos en tres grupos de nueve niños y niñas cada uno, para organizarnos mejor.

Nos enseñaron qué herramientas debíamos usar para trabajar la tierra como por ejemplo: el rastrillo, el azadón, la azada, el azadín y las regaderas. Una de las regaderas tenía forma de caracol y fue la que más nos gustó. Es importante regar cuando la tierra esté seca.

Con Noemí plantamos cebollas y sembramos zanahorias y rabanitos en la bancada. Para colocar las cebollas debes separarlas con dos palmos de la mano y el rabito verde debe apuntar hacia fuera. Junto a la verja plantamos judías que no crecerán hasta que volvamos del verano.

Para plantar las judías dejamos la distancia de un azadín entre una y otra.

Quitando las malas hierbas con el azadín, José María encontró una pequeña vertebra de algún animal.

Con Diego hicimos agujeros en las garrafas para poder meter las fresas que íbamos a trasplantar. Antes de rellenarlas de tierra tuvimos que separar los trozos de arcilla. Después de poner la tierra y las fresas, las regamos y las colgamos con unas bridas debajo de unas ventanas.

Aprendimos que para que las fresas se pongan rojas hay que dejarlas al Sol. Antes de que se pongan rojas, seguramente algún pájaro se las habrá comido, así que si alguien ve alguna ¡que se la coma rápido!

Terminamos haciendo un baile para limpiarnos las manos y la suela de las zapatillas.

Nos fuimos muy contentos y estar con ellos fue una experiencia única. ¡Aprendimos mucho sobre el huerto!